Este perro fue torturado hasta los huesos. Cuando le quitaron la cinta, se le partió el corazón a su rescatador
Es muy lamentable ver con tristeza y mucha indignación lo malos que son muchos seres humanos con seres tan buenos y amorosos como los perros, gatos, o cualquier animal indefenso.
Porque vemos cada día más y más casos de violencia, lo más impresionante es que muchos mostramos nuestra indignación y cero aprobación en actos como estos y siguen las personas malvadas haciendo estas malas cosas. pero esta historia nos da un gran ejemplo de vida.
Por eso siempre que sepas de casos tan malos como estos no dudes en denunciar a las autoridades, porque personas como estas son capaces de hacer daño a cualquier ser vivo sin importar la situación ni las consecuencias.
Esta lamentable historia se dió en Vietnam y aunque muchos pensamos que hemos visto demasiado mal, aparecen situaciones peores a superarlas como este caso, donde un perrito tuvo su hocico envuelto con cinta adhesiva, lo que más nos entristece es que según su estado físico ha tenido que soportar mucho tiempo este mal.
Sin embargo este animalito tuvo un suceso que le cambió su vida para siempre. A continuación te dejaremos el resto de la historia, no olvides compartir.
El animal trataba de ocultarse sintiendo, como es lógico, un miedo inimaginable. Obviamente, había pasado por la peor experiencia posible durante su relación con seres humanos.
El veterinario tuvo que cortar la cinta adhesiva y retirarla con mucho cuidado. Ya tenía una herida profunda en la piel.
El dolor del animal debió ser insoportable. Cuando lograron quitar la cinta adhesiva por completo, se pudo ver por primera vez que había atravesado tanto el pelaje como las capas de la piel, hasta llegar al hueso. Después de una exitosa operación, Lucky, “Suertudo” (así le llamaron sus rescatadores), pudo comer por primera vez después de mucho tiempo.
Después de la comida, le vendaron el hocico. El riesgo de infección seguía siendo muy alto. Le tomó un par de días, pero muy pronto Lucky comía mucho mejor y pudo comenzar a sanar gracias a los cuidados y supervisión de sus rescatadores.
Las huellas que le dejó la cinta adhesiva en el hocico son evidentes. Pero Lucky ya está mucho más fuerte, e incluso deja que su equipo de rescatadores lo acaricie. Es una suerte que lo hayan rescatado. De lo contrario, habría muerto de hambre.
Este perro fue torturado hasta los huesos. Cuando le quitaron la cinta, se le partió el corazón a su rescatador
Reviewed by General De La Mafia
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mayo 30, 2017
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